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Fulgor Tènu

Fulgor Tènu nace de lo intuitivo, de lo que aflora sin buscarlo. Un símbolo, un trazo cruzado, un color que se expande: cada elemento guarda algo que resistió. Son fragmentos de memoria que no necesitan explicación. Solo están ahí, como testigos silenciosos del tránsito que hemos vivido.

4 TOTE BAGS

Vestigios en suspensión

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Vestigios en suspensión

Lo que permanece sin pedir ser visto.

Luz que se filtra entre lo roto

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Luz que se filtra entre lo roto

Lo que quedó, aprendió a brillar.

Lo que el ojo no ordena

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Lo que el ojo no ordena

El presente no siempre se explica, a veces solo se habita.

Vestigios en calma

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Vestigios en calma

Lo que quedó, aún brilla.

Vestigios en suspensión

Vestigios en suspensión

Vestigios en suspensión

Fulgor Tènu

Capas de pigmento como capas de tiempo: esta obra no grita, pero arde. Lo que ves no se muestra del todo, y eso es precisamente lo que queda.

Luz que se filtra entre lo roto

Luz que se filtra entre lo roto

Luz que se filtra entre lo roto

Fulgor Tènu

Entre el rojo y el azul, una red de fragmentos que no se rompen: se encienden.

Lo que el ojo no ordena

Lo que el ojo no ordena

Lo que el ojo no ordena

Fulgor Tènu

Trazos que no obedecen. Colores que no negocian. Una memoria que no pide permiso para quedarse.

Vestigios en calma

Vestigios en calma

Vestigios en calma

Fulgor Tènu

Una imagen que no se explica, pero permanece. Fragmentos suspendidos en lo leve.

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